Para tí

Qué es lo que me diste. Qué es lo que me das que, en cada momento, tanto me hace falta.

Es tu voz cuando me susurras al oído y siento tu aliento en mi cuello, cuando me hablas con ilusión de tus planes o cuando te escucho cantar a mi lado.
Son tus ojos, en los que me gustaría perderme de noche para bailar al son de tus sueños, los que me cautivan cada vez que me miras de soslayo.
Es tu sonrisa, capaz de iluminar hasta el más recóndito lugar de mi alma. Tan deseada... tan difícil de arrancarte por mi parte...
Son tus labios, cristales rotos que atraviesan cada poro de mi piel, habriendo llagas, por las que abandonan mi cuerpo las tristezas de cada día.

Son las mil y una maneras que tienes de sentarte en un sofá sin caerte de él. La facilidad con la que podrías quedarte dormida a cualquier hora... Esa manera descuidada de dejar las cosas en cualquier sitio para luego deshacerte en tacos buscándolas. El modo en el que te concentras cuando dibujas, y te llevas el lápiz a la boca, dichoso él, preparando en tu mente el siguiente trazo. Es el estrépitoso ruido de tus botas subiendo y bajando escaleras. Tu respiración cada vez más pausada cuando te duermes con la cabeza apoyada en mi pecho.

Es pasear tranquilamente cogidos de la mano. Es el calor de tu cuerpo en el abrazo. Es compartir los buenos y los malos momentos. Atiborrarnos de capítulos de ánime. Bajar a por unos cafés. Es ir por carretera en vez de por autopista. Es el muaka. Es "nuestro nidito". Intercambiarnos ropa. Es la canción número 14. Es hablar despreocupados compartiendo una botellita de Rioja.

Es estar a tu lado.

Nunca he querido tanto a nadie en mi vida.



E.S.S.E.E.C.
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